Por Dr. Daniel Cassola
La diputada nacional por la UCR-Corrientes Estela Regidor presentó un proyecto de ley para crear un programa de capacitación sobre maniobras RCP para el personal de la Administración Pública Nacional, de carácter obligatorio y al cual podrán adherir las provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
El objetivo es simple pero vital: la toma de conciencia y el conocimiento sobre la importancia de saber realizar maniobras de reanimación cardio pulmonar (RCP) y la posibilidad de conocer de qué manera se maneja un desfibrilador externo automático.
¿Por qué esto resulta de vital importancia? En Argentina se producen alrededor de 40 mil muertes súbitas por año, la mayoría de las cuales (alrededor del 70 por ciento) ocurren fuera de los centros de salud. Son cuadros que se pueden dar en cualquier lado, público o privado. Puede ser en un club, en la calle, en el trabajo o incluso en la casa. No siempre hay un médico al lado de quien sufre un cuadro de este tipo. Es más, la mayoría de las veces los encargados de atender estos episodios son no médicos.
Se califica de muerte súbita al deceso inesperado por causa natural, que no ha sido originado ni traumática ni violentamente. Además es probable que no se hayan manifestado síntomas, o que estos hayan aparecido durante un período muy breve con antelación al episodio. Es común que ocurra en personas que no han sido ni diagnosticadas ni tratadas por enfermedades cardíacas. También hay que destacar que la muerte súbita puede darse a cualquier edad y no siempre en relación con la realización de deporte o actividad física.
Dentro de estos cuadros, nueve de cada diez se produce a raíz de un ataque cardíaco, y a su vez la mayoría de los eventos cardíacos de debe a la fibrilación ventricular, una arritmia grave que impide que el corazón bombee sangre. En estos casos la muerte es cuestión de minutos, salvo que se pueda restablecer el funcionamiento cardíaco. La manera de hacerlo es mediante la aplicación de maniobras de RCP y luego mediante un choque eléctrico provocado por un desfribilador.
Las maniobras básicas para seguir en estos casos se pueden resumir en cinco puntos:
1- Llame al 107 o al servicio de emergencias que corresponda. Pida un desfibrilador.
2- Abra la vía aérea.
3- Verifique la respiración.
4- Si la víctima no respira, administre dos respiraciones.
5- Administre ciclos de 30 compresiones en el corazón y 2 respiraciones hasta que llegue la ayuda médica o la víctima se recupere.
Con este conocimiento básico cualquier persona puede salvar una vida. Los cursos de RCP que dan distintas organizaciones no toman más que un puñado de horas. Por otro lado, si todavía no se hace, debería darse este curso en todos los colegios. Manejar este conocimiento puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.