Que los países pobres no se vacunen puede ser un mal negocio para los ricos

Según un estudio académico publicado hoy el costo por las pérdidas en la economía mundial sería absorbido, en buena parte, por los países que sí accedieron a la vacuna. El escenario más probable es que la mitad de la población de los países en desarrollo esté vacunada para mitad de año.

Por Dr. Daniel Cassola

El mundo está híper conectado y globalizado. Prueba de eso es la pandemia, que comenzó en un mercado remoto de Wuhan, en China, y en pocos días atravesó todos los océanos y distancias posibles dentro del planeta. Lo mismo se puede decir de la economía. La recesión tiene efectos diversos en las economías de los distintos países pero todos se ven afectados por los mismos problemas. Si muchos países no logran inmunizar a su población el golpe sobre las cuentas mundiales se va a repetir durante este año, por lo que los ricos que acaparan más vacunas de las que necesitan también se van a ver perjudicados.

El estudio, encargado por Cámara de Comercio Internacional, ve como escenario más probable a que los países en desarrollo vacunen a la mitad de sus poblaciones antes de fin de año. Aún así la economía mundial debería absorber un golpe de entre 1.8 billones y 3.8 billones de dólares. Para dar una dimensión a estos número vale recordar que el PBI de Argentina es de alrededor de 0,5 billones de dólares mientras el de Estados Unidos está alrededor de los 20 billones de dólares. Sobre todo se verían afectados los países que más dependen del comercio internacional, añade la investigación.

“Ninguna economía se recuperará por completo a menos que se recuperen las otras economías”, sostuvo Selva Demiralp, economista de la Universidad Koc en Estambul que trabajó anteriormente en la Reserva Federal en Washington y es una de las autoras del estudio. Otra idea interesante del trabajo es que durante la pandemia hay quienes han sufrido más que otros. Los pobres perdieron más puestos de trabajo mientras que los sectores más acomodados se adaptaron a trabajar en la seguridad de sus casas. En la punta de la pirámide los más ricos incluso se aislaron en yates, islas privadas o residencias rurales lujosas. Pero en el ámbito del comercio internacional no hay forma de esconderse del coronavirus.

Si las personas en los países en desarrollo permanecen sin trabajo debido a los cierres necesarios para detener la propagación del virus, tendrán menos dinero para gastar, lo que reducirá las ventas para los exportadores de América del Norte, Europa y Asia oriental. Las empresas multinacionales de países avanzados también tendrán dificultades para asegurar las piezas, los componentes y los productos básicos necesarios. En el centro de la historia está la realidad de que la mayor parte del comercio internacional no implica productos terminados, sino piezas que se envían de un país a otro para ser ensambladas en productos. 

El estudio, del que participaron las universidades de Estambul, Harvard y Maryland encuentra que si la pandemia continua en los países pobres va a ser peor para las industrias que dependen especialmente de los proveedores de todo el mundo, entre ellos la automotriz, los textiles, la construcción y el comercio minorista, donde las ventas podrían disminuir más del 5 por ciento.

Muchos países en desarrollo, desde Bangladesh hasta Tanzania y Perú, probablemente tendrán que esperar hasta 2024 antes de vacunar completamente a sus poblaciones. Otro fenómeno de la economía de pandemia es que los trabajadores migrantes de países pobres que han perdido sus trabajos durante la pandemia no han podido enviar tanto dinero a casa, lo que supone un gran golpe para los países que dependen de estas llamadas remesas como Filipinas, Pakistán y Bangladesh.

“Ninguna economía, por grande que sea, será inmune a los efectos del virus hasta que la pandemia termine en todas partes”, dijo John Denton, secretario general de la Cámara de Comercio Internacional. “Comprar vacunas para el mundo en desarrollo no es un acto de generosidad de las naciones más ricas del mundo. Es una inversión esencial que deben realizar los gobiernos si quieren reactivar sus economías nacionales”, agregó. Como los mosqueteros, el mundo para salir de la pandemia y sus efectos económicos adversos debería seguir el lema de todos para uno y uno para todos.

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