Las tragedias de Naidenoff y Trotz con el monóxido de carbono

Por Dr. Daniel Cassola

Este fin de semana, frío en todo el país, ha sido trágico para las familias Trotz y Naidenoff. El sábado a la madrugada falleció en Santa Rosa, La Pampa, la periodista Lucía Trotz cuando se encontraba durmiendo en la casa de su hermano. La compañía de gas de la ciudad comprobó que el ambiente se calefaccionaba con un aparato en mal estado del que salió el monóxido de carbono, el gas que terminó con la vida de Trotz.

Por otra parte, ayer fallecieron uno de los hijos y la mujer del senador nacional de la UCR por Formosa, Luis Naidenoff, en la propiedad que la familia posee en la capital provincial. La causa fue un escape de gas, aunque todavía no se conocen los detalles del accidente.

Alrededor de 200 muertes por año se producen por inhalación de monóxido de carbono. Casi todas están vinculadas con algún problema o descuido a la hora de calefaccionarnos durante los días más fríos del año. Son accidentes evitables, si es que se permite la pequeña contradicción.

El monóxido de carbono es un gas venenoso que se produce durante la combustión de distintos materiales como alcohol, gas natural, nafta o madera, entre otros. Se encuentra tanto en los residuos que exhalan los caños de escape de los vehículos como en los residuos que se producen en fogones, estufas y sistemas de calefacción.

Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables. El monóxido de carbono no tiene color, olor ni sabor, no irrita los ojos ni la nariz, por lo que al ser tan imperceptible es necesario prevenir. La inhalación de monóxido provoca que este elemento reemplace al oxígeno en el torrente sanguíneo, lo que ocasiona el deterioro de los distintos órganos del cuerpo. Como siempre, los que mayores riesgos corren son los ancianos, los niños, quienes tienen enfermedades crónicas y los fumadores. Pero como vimos en los trágicos eventos de este fin de semana nadie está exento.

Las recomendaciones para prevenir son sencillas pero para ser efectivas deben cumplirse sin excepciones. En todo ambiente calefaccionado hay que dejar una abertura para que circule aire, por más que haga frío. En los aparatos de calefacción en los que hay combustión la llama debe ser siempre de color azul, si hay llama naranja o amarilla quiere decir que la combustión es incompleta y hay producción de monóxido.

Además no hay que dormir con braseros o estufas a kerosene encendidos ni instalar calefones en el baño o lugares que no tienen buena ventilación. Es recomendable, por último, controlar anualmente los aparatos de calefacción.

Si bien el gas no se percibe, si hay síntomas como nauseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, letargo injustificado, confusión, que nos pueden indicar una intoxicación. Si así fuera hay que salir al aire libre, apagar los aparatos de calefacción y realizar la consulta médica.

.

También te puede interesar...