Por Dr. Daniel Cassola
Las divisiones de salud de las Naciones Unidas, la Organización Mundial y la Organización Panamericana de Salud (OMS y OPS) instaron a terminar con los casos de tuberculosis en nuestra región, donde se calcula un total de 250 mil pacientes.
Las muertes y los nuevos casos por tuberculosis disminuyeron 37,5% y 24% respectivamente entre 2000 y 2015 en las Américas. Sin embargo, el ritmo de descenso debe acelerarse para que la región logre poner fin a la enfermedad, según un nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En 2017, la OMS estimó 282.000 nuevos casos de tuberculosis en las Américas, 11% de los cuales fueron personas viviendo con VIH. Un total de diez países concentraron el 87% de los casos, siendo Brasil, Perú y México los que reportan un poco más de la mitad del total. Se estima que 24.000 personas murieron el año pasado a causa de la tuberculosis en la región, 6.000 de ellas coinfectadas con VIH.
Si bien Argentina no es de los países con más casos en la región, desde hace tiempo que la enfermedad encuentra un número de infectados estable, incluso con algunas subas. Según la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), entre 2015 y 2017 hubo un incremento del 6 por ciento.
La persistencia de la tuberculosis, la enfermedad infecciosa actualmente más letal, aunque prevenible y curable, es en gran parte consecuencia de serias inequidades sociales y económicas que se mantienen en la región. Desde 2015, las muertes disminuyeron en promedio un 2,5% anual y los casos nuevos un 1,6%, pero necesitan una velocidad de descenso del 12% y 8% anual respectivamente para lograr las metas intermedias del 2020 y seguir decayendo hacia 2030.
El informe advierte que más de 50 mil personas, casi la mitad de ellas menores de 15 años, no saben que tienen la enfermedad ni recibieron tratamiento en la región. Esta brecha en el diagnóstico aumentó en 3.000 personas en comparación con 2016. El uso de pruebas de diagnóstico rápido, una nueva herramienta que podría contribuir a cerrar la brecha, fue limitado al 13% de los casos diagnosticados, una pequeña mejoría respecto al 9% de 2016.
Por su parte, la tuberculosis multirresistente representa una grave amenaza, con un número estimado de 11.000 personas infectadas actualmente en la región por esta forma de la enfermedad. De las personas que la desarrollan, la tasa de curación cae al 56%.