Según el conteo oficial ayer se llegó a 27.957 muertos., lo que equivale 627 fallecidos por millón de habitantes, el doble que hace 31 días. El dato ubica a Argentina en el puesto 11 en una lista de 150 países con más de un millón de habitantes. En el listado se superó a Francia, Italia, Suecia y Colombia, entre otros.
Por Dr. Daniel Cassola
Hoy el presidente Alberto Fernández anunciará la continuidad de la cuarentena o el ASPO (Aislamiento Social Preventivo Obligatorio) sin grandes novedades a nivel general. Depende la región o ciudad se abrirán más o menos actividades. En el AMBA no se prevén grandes cambios en la vida cotidiana, por lo menos, hasta bien entrado noviembre. Todo parece indicar que no habrá una nueva normalidad hasta que no comience la campaña de vacunación masiva, cuya fecha todavía es incierta.
Los números que registran la pandemia en el país continúan empeorando. Si bien se registró un freno en los contagios en el AMBA, los casos florecieron en las principales ciudades del interior del país. Además de la cantidad de muertos por millón habitantes también aumentó la tasa de letalidad. Hasta fines de septiembre era del 2 por ciento y ahora es del 3 por ciento. Más sencillo: cada 100 diagnosticados por Covid-19 mueren 3.
Ese índice no necesariamente indica que ahora el coronavirus es más letal. En cambio podría mostrar que Argentina continúa relegada en la cantidad de testeos. Al haber más contagios lo que sucede es que los diagnósticos no dan abasto. Justamente por una deficiencia en el sistema de estadísticas el país fue excluido esta semana de un ranking internacional que efectúa la Universidad de Oxford. No solo el sistema y la cantidad de testeos presenta deficiencias sino la información. Argentina realiza más testeos de los que informa. Al revés de lo que algún malintencionado podría creer, no es que no se informan para mejorar los datos, sino por el contrario, no se dan a conocer por negligencia, o porque quienes lo tienen que hacer están sobrepasados. O sea, Argentina presenta estadísticas peores de las que tendría si tuviera un correcto sistema de información de estadísticas.
Solo para dar una idea aquí se realizaron poco más de 60 mil tests por millón de habitantes. En Dinamarca, para poner un ejemplo entre los países más desarrollados, se realizaron más de 800 mil por millón. Aquí solo queda por destacar que el sistema sanitario no se derrumbó. A nivel nacional las camas de terapia intensiva ocupadas están en el orden del 65 por ciento, aunque en algunas localidades, en Río Negro o Mendoza por ejemplo, están por arriba del 85 por ciento.
Entre los distintos distritos, el peor indicador de mortalidad es de la Ciudad de Buenos Aires, con 1.454 fallecidos por cada millón de habitantes. Por debajo, se ubican Jujuy con 969, Buenos Aires con 934, Río Negro con 704, Tierra del Fuego con 646 y La Rioja con 595. El resto de las provincias muestran un valor de entre 100 y 500 muertos por millón de habitantes.
Ayer contábamos que el ministro de Economía Martín Guzmán dijo que la economía “necesita la vacuna ya”. No es solo la economía. La salud, los hospitales, la población en general e incluso el mismo gobierno también tienen esa necesidad.
