La fiebre amarilla recrudece en Brasil mientras aquí insisten con las precauciones

 

Por Dr. Daniel Cassola

El estado de Sao Paulo registró 53 casos y 16 muertes por fiebre amarilla en todo 2017, pero en las primeras semanas de 2018 el balance casi se triplicó llegando a 134 casos y 52 muertes. Sao Paulo encabeza esas preocupantes estadísticas este año, seguido por los estados Minas Gerais y Rio de Janeiro, en el segundo brote consecutivo en el sureste del país.

En 2017, Brasil registró 777 casos y 261 muertos en el primer semestre, correspondiente a las estaciones cálidas, cuando la enfermedad se manifiesta con más fuerza. Durante las últimas semanas, cientos de personas pasaron horas haciendo filas frente a los centros de vacunación en Sao Paulo. La demanda inesperada acabó con el stock y aumentó el nerviosismo en el estado más poblado de Brasil (45 millones de habitantes).

La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de algunas especies de mosquitos. Puede ser grave y provocar la muerte. Al no contar con un tratamiento es importante prevenirla a través de la vacuna como así también por medio de la aplicación de repelentes; el uso de ropa de mangas largas y de colores claros.

La vacuna es elaborada con virus atenuados y proporciona protección al cabo de 10 días de su aplicación. Además, luego del viaje se recomienda consultar rápidamente al médico ante la aparición de síntomas como fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas o vómitos

El Ministerio de Salud de la Nación recomienda que se apliquen la vacuna contra la fiebre amarilla quienes viajen a los estados brasileños de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo y Bahía y no tengan contraindicaciones.

Hasta ahora no es necesaria la vacunación para aquellos que viajen tanto por tierra o por vía aérea a destinos situados en la costa de los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul y permanezcan menos de 72 horas en una zona de riesgo como escala de viaje.

Por ende, al momento, no tienen que vacunarse las personas que vayan a destinos tradicionales como Florianópolis, Bombinhas, Camboriú y todos los balnearios del sur y a los estados del nordeste como Natal, Recife, Fortaleza y Pipa, ya que no tienen circulación del virus de fiebre amarilla.

Además, la vacuna está contraindicada para los menores de seis meses; los mayores de 60 años; las embarazadas; las mujeres que están en período de lactancia entre el nacimiento y los 8 meses inclusive; las personas con antecedentes de alergia a cualquiera de los componentes de la vacuna como huevo, proteínas de pollo o gelatina; quienes tengan alteraciones del sistema inmune, incluyendo la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH); las personas con enfermedad del timo, miastenia gravis, síndrome de Digeorge, tumores malignos, trasplantes de órganos y patologías que requieran tratamientos con inmunosupresores y/o inmunomoduladores.

En la Argentina no hay circulación del virus de fiebre amarilla y el país cuenta con dosis disponibles para las personas que viajen a los lugares donde se requiere. La vacuna se aplica una sola vez en la vida y se sugiere una consulta previa al médico.

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