La economía de los jubilados se derrumba


Por Dr. Daniel Cassola

La recesión y la inflación atacan el poder adquisitivo de todos los trabajadores pero los jubilados y pensionados lo sufren aún más. No pueden trabajar más, si es que eso es posible para alguien, para aumentar sus ingresos y, por otra parte, tienen menor poder de ajuste. Un hombre sano y joven puede privarse de consumos pasados. Un jubilado tiene necesidades que no se pueden postergar.

Sobre todo los aumentos en medicamentos y alimentos son un atentado contra la economía de los jubilados. Según un informe publicado por la Universidad Nacional de Avellaneda, en base a datos del INDEC, la canasta más elemental para este sector llegó a los 8900 pesos en marzo, mientras que la que es un poco más completa alcanzó los 14 mil pesos.

Si existiese un índice de inflación para los jubilados, o, en verdad, para los productos que ellos consumen, este se ubicaría entre el 60 y el 70 por ciento. La inflación en diciembre marcó un 47 por ciento y, anualizada, actualmente está en 50 por ciento. Los problemas económicos para los jubilados parecen ser un poco peores.

 “Según el relevamiento de precios de la canasta de consumo de las y los jubilados, el aumento en el último año no fue menor al 58,3%, para el caso de la canasta más onerosa. En cambio, la variación trepa al orden del 61%, para el segmento medio, y casi a un 70% cuando se consideran los bienes y servicios más frugales a los fines de satisfacer los requerimientos de vida fundamentales”, sostiene el trabajo elaborado por la UNDAV.

De esta forma, en promedio la canasta de consumo más básica tiene un costo superior a los 8900 pesos en marzo de este año, la canasta de costo medio ya sube a los 11.753 pesos, mientras que la canasta más dispendiosa se posiciona cerca de los 14.000 pesos. Esas mismas canastas eran de 5.250, 7.300 y 8.830 pesos, respectivamente, en marzo de 2018. El incremento es de 180% si se la mide desde 2016.

Entre los aumentos se destacan los alimentos y bebidas (58,3%), medicamentos (53,1%), y las tarifas de servicios y gastos de vivienda (52,4%). Para realizar el relevamiento, UNDAV tomó los productos que componen la canasta de jubilados escogidos en función de su relevancia para representar los gastos de las personas de tercera edad. Es así que dicha canasta está compuesta por bienes de consumo típico de esta franja etaria y está construida en base a datos provenientes de fuentes oficiales, tanto como de relevamientos de información de mercado.

En principio, la canasta elaborada posee artículos para todos los rubros elementales de los gastos cotidianos de los adultos mayores (alimentos, bebidas, hogar e higiene, vivienda, vestimenta, recreación, atención médica y gastos relacionados con la salud, transporte público y otros servicios públicos). Y se incorporan otros artículos básicos e imprescindibles para los jubilados (medicamentos; frutas y verduras; alquileres; gastos en luz, agua y electricidad; entre tantos otros).

Cabe destacar que la jubilación mínima hoy se encuentra en 10.400 pesos, con lo que apenas es 1100 pesos  superior a la canasta básica.

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