Fuente:Día a Día -Córdoba.
Así de impredecibles suelen ser los procesos orales a la hora de buscar estrategias defensivas que cambien el panorama del acusado, o, por lo menos, no lo hagan tan desfavorable. Siguiendo esta lógica, ayer rompió el silencio Omar Peralta, el único imputado de raptar, violar y asesinar a Rocío Barletta, de 11 años, el pasado 5 de abril del 2012.Desde que en el inicio del juicio el martes 19 de marzo se conoció la cara del exmecánico de 27 años, pasaron tres semanas hasta conocer su voz. En la mañana de ayer, en la sala de la Cámara Segunda del Crimen, se levantó en plena audiencia, pidió la palabra y tiró su inesperada versión de manera escueta: habló sólo 10 minutos y dijo no recordar nada de aquél horrendo Jueves Santo, ya que había actuado bajo los efectos de las drogas y el alcohol.¿Qué dijo? Peralta afirmó haber estado drogado y alcoholizado, aunque no detalló qué sustancias y en qué cantidades había consumido como para actuar sin la posibilidad de dirimir y dirigir sus actos. En las pericias toxicológicas que se le practicaron tras ser detenido, en la noche del jueves 5 de abril, no se encontraron más que algunos restos mínimos de marihuana y alcohol, insuficientes como para no comprender y olvidar.También expresó que recordaba a partir del momento en que los policías llegaron a su domicilio de la calle Baudillo Vázquez y allanaron su casa. Dijo que a hasta ese momento (cerca de las 20), su mente estaba vacía.Durante el procedimiento, los efectivos policiales interrogaron a Peralta y le preguntaron dónde estaba la nena y qué lugares frecuentaba. Él respondió y enumeró algunos sectores, entre los que estaban el paraje Casa Bamba (donde fue hallado el cuerpo de Rocío) en cercanías de La Calera.Algo que no cierra. Una contradicción que surge de los minutos que el imputado alzó su voz es que declaró que el policía que encontró el cadáver, Gabriel Ansolini –quien ya declaró en la causa–, miente. El efectivo dijo haber encontrado el cuerpo a las 3 del viernes y Peralta afirma haber acompañado a los policías a ese lugar luego de ser arrestado, siete horas antes.Por otra parte, es importe recordar que las pericias psiquiátricas que le fueron practicadas arrojaron que no padece alteraciones psicopatológicas y no se detectó ninguna enfermedad mental que lo justifique.Además de la declaración en cuestión, la defensa, a cargo del letrado asesor Marcelo Jaime, tenía otra carta para jugar.Citó a dos testigos para que testifiquen, pero ambos se ausentaron. Debido a la falta, se desechó la participación de estos testigos.Quedó concluida la rueda de testimonios. La semana entrante se presentarán los alegatos y luego vendrá el veredicto del jurado y la posterior sentencia.El juicio. El proceso se retomará el próximo martes. Allí se dará lugar a los alegatos de las partes.Llegó el turno de hablar para la familia de Peralta. En consonancia con el testimonio del imputado, también hablaron sus familiares: su mamá Josefa Corral y dos de sus hermanas.La madre dijo que la noche anterior al crimen vio a su hijo tranquilo, normal, como si nada malo estuviera por suceder.Aclaró que nunca veía a Omar consumir drogas en su presencia, pero no negó que tuviera problemas de adicción.Josefa vivía con su hijo al momento de la detención. Actualmente sigue ocupando la misma casa.La mujer recordó que la noche del allanamiento regresó al domicilio con una de sus hijas (una de las testigos que declaró) cerca de las 20.En ese momento vio a unos 30 policías trabajando en el lugar. Los demás dichos no son relevantes en el caso.
El acusado habló por primera vez en el juicio. Sus dichos son contradictorios con los resultados de las pericias.
