Ambos países sufrieron miles de muertos y cientos de miles de contagios, aunque lo peor parece haber pasado. De a poco comienzan a retomar actividades. Abren restaurantes, bares y museos.
Por Dr. Daniel Cassola
Aquel virus que había sido descubierto en una lejana ciudad portuaria de China cobró otra dimensión, para nosotros, cuando llegó a Europa. Las noticias que llegaban de Italia eran catastróficas. El sistema de salud de la región norte, la más rica del país y una de las más poderosas de Europa, había colapsado. En los hospitales los médicos tenían que elegir a quienes internaban en terapia intensiva y a quienes libraban a su suerte. Todo eso parece haber quedado atrás.
Desde el 18 de mayo Italia comenzó con la reapertura progresiva de sus actividades y, por ahora, todo marcha bien. Se registran menos de 300 contagios por día luego de haber tenido varias semanas de 5 mil positivos por jornada. Las muertes por coronavirus pasaron de picos de 900 cada 24 horas a menos de 100 desde hace dos semanas. Hay comercios, restaurantes e iglesias con sus puertas abiertas desde hace dos semanas y, sin embargo, la curva de casos continúa hacia la baja. El próximo 15 de junio se proyecta la reapertura de cines y teatros, seguramente con algunas condiciones especiales.
España implementó una desescalada similar luego de más de 50 días de cuarentena estricta. De parte del gobierno nacional el 22 de junio se habrá concluido con las medidas restrictivas, aunque los gobiernos regionales podrían continuar con las restricciones si lo consideran necesario. En una situación muy similar a la italiana se pasó de picos de 9 mil casos a alrededor de 300 detectados por día en las últimas semanas.
Francia también comenzó a mediados de mayo con lo que llaman “la desescalada”, abriendo restaurantes y bares. En breve planean retomar las clases presenciales. En París las restricciones continúan siendo un poco más severas ya que por ejemplo solo pueden abrir los locales gastronómicos que tengan terrazas, pero hacia fines de junio se proyecta una mayor permisividad. De a poco también comenzarán a reabrir las fronteras. Francia todavía no permite el ingreso de nadie salvo contadas excepciones. Dentro de 20 días se permitirá el tráfico desde otros países de la Unión Europea.
Claro que ante un virus que ha generado tantos trastornos pro su capacidad de contagio y sorpresa cualquier victoria, por ahora, no puede ser más que transitoria. El primer ministro italiano Giuseppe Conte aseguró: “Estamos enfrentando un riesgo controlado. Sabemos que la curva epidemiológica volverá a subir, pero no podemos detenernos ahora”.
El coronavirus deja muchas preguntas sin contestar. Falta que la ciencia tenga el suficiente tiempo para abordarlas. ¿Por qué en Italia y España no se están produciendo contagios masivos ante las reaperturas? ¿Muchos ya habrán estado en contacto con el virus sin saberlo y son inmunes? ¿Será factor la temperatura ya que ahora allí está por comenzar el verano y el peor momento de contagios se dio durante el invierno?
Mientras la humanidad aguarda la aprobación de tratamientos y vacunas para combatir el virus, los ojos se posan sobre los países que vuelven a una normalidad que se parece mucho a la de la anterior a la pandemia. Como antes Italia y España fueron la anticipación de los problemas quizás ahora sean el adelanto de las soluciones.
