Por Dr. Daniel Cassola

Según el fallo judicial que expidió María Servini de Cubría, Cristina Fernández dejó la presidencia ayer a las 23:59. Desde entonces y hasta que Mauricio Macri jure en un par de horas, el diputado Federico Pinedo es quien está a la cabeza del Estado.

La nueva etapa comienza de una manera un tanto desprolija, al menos desde lo institucional. Lo recomendable hubiera sido un traspaso normal. Un presidente le coloca la banda al otro, se sacan una foto y listo. No parecía tan difícil pero no se pudo hacer.

Estas actitudes dejan sentado quizás el primer desafío que el gobierno entrante tiene por delante. Nos referimos a la institucionalidad y a la división de poderes.

Macri deberá gobernar con un poder legislativo que lo obligará a negociar. Por ejemplo, hay que completar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia. Nadie tiene los números necesarios para imponer candidatos, por lo que el acuerdo y el consenso serán fundamentales.

Seguramente otro gran desafío tiene que ver con la economía. Los últimos cuatro años no han sido los mejores. Los problemas los conocemos todos. La inflación es elevada, conseguir un dólar es una odisea y la actividad no ha crecido.

En relación con este punto falta determinar concretamente lo que se llama la herencia. Se habla de deudas multimillonarias en la provincia de Buenos Aires, de dificultades para afrontar los aguinaldos y de muchos otros problemas. Terminar el año en paz puede ser el primer logro de la nueva presidencia.

En lo que refiere a lo específico de nuestra tarea diaria esperamos que la nueva etapa signifique una mejoría para las condiciones de vida de nuestros adultos mayores. Hay mucho trabajo por hacer.

El PAMI tiene que volver a dar prestaciones de calidad como alguna vez las dio. Tiene los recursos para hacerlo y sus afiliados se lo merecen.

Desde nuestro lugar solo queda esperar que la nueva gestión sea exitosa para todos los argentinos. Pero los votantes no firman cheques en blanco.

Y nosotros como periodistas mantendremos el espíritu crítico para con este y los gobiernos que vengan. Es el pequeño aporte que nos corresponde hacer para fortalecer al democracia.