El colapso de Venezuela trae malaria, dengue y Chagas a su población


Por Dr. Daniel Cassola

Se viven horas convulsionadas en Venezuela. Hoy la noticia está dada por dos recitales masivos, uno a favor y otro en contra del gobierno, que se organizaron a unos pocos kilómetros de distancia cerca de la frontera con Colombia.

El festival opositor, que se llama Aid Venezuela (ayuda para Venezuela en castellano) se lleva adelante por estas horas en la ciudad colombiana de Cúcuta y cuenta con la presencia de reconocidos artistas internacionales.

El colapso en la atención de la salud y la drástica disminución de programas de salud pública son culpables directos de que el primer país que logró el certificado de la Organización Mundial de la Salud por erradicar la malaria en 1961 haya registrado durante 2017 un total de 411.586 casos.

La crítica situación que vive Venezuela está acelerando la reaparición de enfermedades transmitidas por vectores (insectos como los mosquitos y las garrapatas) y amenaza con poner en riesgo la salud pública del país. Dichas afecciones van conquistando cada vez más territorios del país, incluso se extienden más allá, especialmente a Brasil y Colombia.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad de Brasil, en 2016, el 45% de los casos de malaria del municipio brasileño de Paracaima y el 86% de los registrados en Boa Vista fueron atribuidos a la inmigración venezolana.

Se calcula que entre 2014 y 2018, 1,5 millones de venezolanos abandonaron su país para irse a vivir a otra nación de América Latina o a otra región del Caribe. En 2018, el promedio de personas que dejaron Venezuela todos los días se situó en 5.500.

Tras el análisis de toda la información recabada, los autores concluyeron que entre 2010 (29.736) y 2015 (136.402), Venezuela experimentó un aumento del 359% en casos de malaria, seguido del incremento del 71% entre 2016 (240.613) y 2017 (411.586). “Es potencialmente el mayor aumento de malaria reportado en todo el mundo”, dicen los responsables del trabajo.

También llama la atención el capítulo dedicado a la enfermedad de Chagas, una de las principales causas de insuficiencia cardiaca en América Latina. Según las muestras recogidas entre 2008 y 2018, la seroprevalencia en niños menores de 10 años se estimó en 12,5% en algunas comunidades, en comparación con un mínimo histórico del 0,5% en 1998. Resultados lógicos teniendo en cuenta que “desde 2012, la vigilancia y el control de esta enfermedad han sido abandonados en Venezuela”, según puntualiza el escrito.

En cuanto al dengue, se ha multiplicado por cinco, con una incidencia promedio de 211 casos por cada 100.000 personas entre 2010 y 2016 y seis epidemias cada vez más grandes registradas a nivel nacional entre 2007 y 2016. El potencial epidémico de la fiebre chikungunya parece estar subiendo peldaños también. Se estima que en 2014 hubo dos millones de casos sospechosos.

Lo que está claro es que la agitación social, política y económica que los venezolanos llevan soportando la última década deja a su país en crisis, “con capacidad reducida para una intervención efectiva”.

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